Han pasado ya un par de años desde que Modus Games editara la primera parte del título que nos ocupa. Una producción bastante humilde que llevó por nombre Override: Mech City Brawl y que pasó sin pena ni gloria para los usuarios
y también para la prensa especializada, recibiendo críticas más bien tibias por parte de los escasos medios que publicaron el análisis correspondiente. Con esto en mente lo cierto es que la expectación que había causado esta continuación, Override 2: Super Mech League, no es que fuera algo increíble precisamente, hasta el punto de que posiblemente más de uno de vosotros ni tan siquiera estuviera al tanto de su inminente lanzamiento. Una puesta de largo que acaba de producirse, siendo curiosamente uno de los escasos títulos que está disponible para todas las plataformas de juego actuales, sin excepción.
Una vez más estamos ante un título de peleas que se aleja bastante de los convencionalismos del género como en un momento vamos a mostraros y que, aunque es un aspecto totalmente secundario del juego, da continuidad argumental a la trama plasmada en la obra original. Por lo tanto en esta ocasión todo transcurre siete años más tarde de lo sucedido antaño, con los malvados Xenotipos exterminados a manos de los valerosos robots mechas, que a la postre son los grandes protagonistas de esta producción.
Dichas bestias de metal se han convertido en uno de los entretenimientos favoritos de la población, la cual sigue de cerca las peleas que tienen lugar entre dichos robots. Una forma de entretenimiento que ha dado lugar a ligas mundiales en las que podemos participar.
Cuatro mejor que uno
En esencia, estamos ante un arcade de lucha 3D que permite a los luchadores desplazarse libremente por entornos elaborados en 3D, al más puro estilo de lo vivido en ciertas obras recientes como la saga My Hero One Justice, por ejemplo. De esta forma es posible deambular de un lado a otro dentro de los entornos que presenta esta producción, pudiendo de paso emplear los objetos y armas que van yendo a parar a los mismos y, también, agarrar elementos presentes en los mismos como pequeños edificios, contenedores, etc. para lanzarlos a los adversarios desde distancias prudenciales. Y es justo afirmar que a pesar del considerable tamaño que poseen dichos luchadores, lo cierto es que se mueven con bastante fluidez, pudiendo incluso realizar maniobras defensivas y evasivas con mucha soltura.
En cuanto al sistema de control, este posee una disposición básica heredada de la saga Tekken, en el sentido de que es posible controlar las cuatro extremidades de cada personaje mediante un botón determinado
aunque en esta ocasión dichos botones no son los que están situados en la parte frontal del mando como suele ser habitual, sino los gatillos y botones superiores. Un esquema de control al que se suman otras acciones como la posibilidad de realizar saltos (y saltos doble), usar un escudo (que viene a ser una especie de bola sospechosamente parecida a la utilizada en la saga Smash Bros.) y, por supuesto, desencadenar unas acciones especiales (una vez hayamos rellenado el medidor de turno) devastadoras. Un manejo que, sobre el papel, debería dar bastante de sí pero que, en la práctica, resulta más limitado de lo que parece, sobre todo en lo relacionado con el tema de las combinaciones de golpes.
La dinámica de los combates resulta bastante atractiva, especialmente cuando en ellas se dan cita cuatro personajes. Efectivamente, uno de los grandes alicientes que posee esta obra es la posibilidad de poder jugar con otros tres jugadores más, pudiendo hacerlo tanto en modo local como online, faceta que da muchísima vida al título en su conjunto. Y es que cuantos más jugadores toman parte en cada combate, más divertido acaba siendo este. Si jugamos en solitario, el título pierde bastante interés, al menos en nuestra opinión. Unas contiendas en las que es posible escoger a más de 20 personajes, cifra más que respetable. Y en cuanto a sus modos de juego, lo cierto es que ni son demasiadas las posibilidades que nos brinda el título ni, tampoco, sorprenden en absoluto, El principal reclamo que posee este título son las Ligas, las cuales nos animan a competir online en diversas submodalidades (reyertas, dos contra dos, etc.), pudiendo ir desbloqueando nuevas funciones como la posibilidad de luchar para un club determinado, maquear a nuestro personaje con diversos complementos y demás. Y junto a esta opción encontramos otras clásicas como Versus o Entrenamiento, algo habitual en cualquier título de esta índole.
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El devenir de cada combate resulta bastante satisfactorio y entretenido en global. Los elementos (en incluso partes enteras) móviles que poseen los decorados aportan dinamismo e incluso una pequeña carga estratégica, al igual que sucede con el uso de los comentados objetos. Además de todo esto, se trata de un título relativamente vistoso. No, en absoluto explota el potencial de PS5 (que es la versión que hemos probado), pero las peleas transcurren con fluidez, los efectos especiales que provocan los golpes y las explosiones se dejan sentir y el aspecto que lucen los protagonistas es bastante aparente. Una faceta gráfica apañada a la que se suma un apartado sonoro en el que destacan los efectos especiales muy por encima de las algo machaconas melodías.
Un título de lucha algo extraño pero interesante
No son muchos los títulos de lucha que se encuentran disponibles ahora mismo que ofrecen una jugabilidad abierta 3D apta para un máximo de cuatro jugadores simultáneos y cuyos luchadores no son otros que robots gigantes. Simplemente por su relativa frescura merece la pena dar una oportunidad a esta obra de Modus Studios, la cual además presenta otras cualidades como un buen sistema de control (aunque no es demasiado profundo), un generoso abanico de personajes controlables y diversos modos de juego
para nada originales, eso sí. Está claro que es una de esas propuestas que en solitario pierden bastante gracia y que está dirigida a un grupo de usuarios muy concreto, pero entretiene bastante a poco que te guste lo que propone y está bien resuelta en términos generales.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código proporcionado por Dead Good Media.